miércoles, 15 de febrero de 2012

Competencia Lingüística

ESCUELAS INTELIGENTES: “COMPETENCIA LINGÜÍSTICA. UN MODELO DE APRENDIZAJE DE LA LENGUA”
Lourdes Bazarra y Olga Casanova.
ArcixFormación, 2010

1.       ¿QUÉ ES LA COMPETENCIA EN COMUNICACIÓN LINGÜÍSTICA?

Esta es la cuestión que se nos plantea al comienzo del manual, a lo cual comprobamos que la palabra competencia abarca conocimientos, actitudes, afectos y hábitos de conducta. Proviene de la lingüística y de la comunicación.

Nosotros podemos comprobar en el día a día si una persona es o no, competente en el trabajo que desempeña. La competencia debe ser demostrada en una situación concreta, “es tener autoridad en lo que se dice y ser capaz de hacer algo”.
Según Arnau y Zavala, definen la competencia en el ámbito de la educación como “aquello que necesita cualquier persona para dar respuesta a los problemas con los que se enfrentará a lo largo de su vida. Supondrá una intervención eficaz en todos los ámbitos de su vida, incluyendo componentes actitudinales, procedimentales y conceptuales”. Ser competente significa saber dar uso a los recursos con los que uno cuenta, es decir, en el mundo de la educación, una persona competente es aquella que exprime sus conocimientos y valores para dedicarlos a todas aquellas personas que se exponen ante su enseñanza.

Escamilla, por otro lado, nos define la competencia como “la capacidad o habilidad para efectuar tareas o hacer frente a situaciones diversas de forma eficaz en un contexto determinado y para ello es necesario movilizar actitudes, habilidades y conocimientos al mismo tiempo y de forma interrelacionada”.  Como decíamos antes, la persona competente tiene en su mano actitudes, habilidades y conocimientos y tiene que saber usarlos para ser eficaz.
Se dice que las competencias son algo esencial en el currículo, gracias a ellas aprendemos a “hacer” y podemos desarrollar nuestra capacidad en todos los ámbitos de la vida.
Las competencias surgieron por las quejas que llegan del mundo empresarial, dirigidas a los estudiantes que llegan al mundo laboral, prácticamente sin saber; tienen que empezar de cero con cosas tan básicas como hablar en público, atender al cliente, trabajar en grupos…

Las competencias son complejas, para ello en el manual describen una definición de sus componentes. Mediante esta definición destacamos varios puntos importantes.
-          La competencia ha de mirar a la acción pero basándose en conocimientos teóricos, e inspirada en principios y valores.
-          Es un saber complejo que parte del conocimiento y la comprensión; supone la movilización de varios elementos: saber hacer, saber cómo hacerlo, tener la voluntad de hacerlo, hacerlo de acuerdo con unos principios.
-          La personalidad, eficacia y calidad se encuentran en todas las tareas y pueden darse en diferentes contextos y situaciones.

Conclusión: una competencia implica la capacidad de enfrentarse eficazmente y dar respuesta a una familia de situaciones análogas y complejas, movilizando saberes, habilidades cognitivas y prácticas, y otros recursos como actitudes, motivaciones y valores.

Ahora bien, tenemos que saber cuáles son las competencias que debemos desarrollar; este proceso de selección no se hace aleatoriamente, sino que se hace una puesta en común para decidir cuáles son las competencias fundamentales. Según Marco Stiefel “se seleccionan tras un análisis del contexto sociocultural para hacerlas adecuadas y útiles”.

La LOE nos propone ocho competencias, dentro de las cuales se han incorporado una serie de competencias básicas como elemento obligatorio para elementos de la Educación Obligatoria. Estas ocho competencias son las que debe dominar todo docente y el alumno tiene que practicar con ellas.

-          Competencia en comunicación lingüística: utilizamos el lenguaje oral y escrito para comunicarnos, aprender, socializarnos…es imprescindible igual que importante, ya que es a ésta gracias a la que nos podemos comunicar con los demás.
-          Competencia matemática: nos ayuda a solucionar los problemas de la vida cotidiana a través de los números, las operaciones básicas…
-          Competencia en el conocimiento del medio e interacción con el mundo físico: interactuamos con el mundo físico mejorando las condiciones de vida.
-          Tratamiento de la información y competencia digital: buscamos, obtenemos, procesamos y transformamos la información en conocimiento. Hoy en día, con los cambios que ha sufrido la sociedad, sabemos que el mundo de la información y la informática “es cosa de todos”, todo profesor  y alumno tienen que manejar este campo.
-          Competencia social y ciudadana: debemos aprender a convivir, mejorar la sociedad…a cada uno de nuestros alumnos tendríamos que enseñarles a ser ciudadanos, comportarse en la sociedad de manera adecuada y ser partícipe del mundo.
-          Competencia cultural y artística: nos expresamos a través del arte, a través de nuestros recursos. Tenemos que respetar la diversidad cultural; cada vez hay más colegios que cuentan con un término conocido como “integración”, como muy bien dice la palabra, integramos miembros de nuestra sociedad con necesidades educativas a las que debemos enfrentarnos. Este término favorece el desarrollo de esta competencia a todos y cada uno de los miembros que trabajen en el centro.
-          Competencia para aprender a aprender: ser capaces de desarrollar un aprendizaje de forma autónoma. Podemos seguir aprendiendo a lo largo de nuestra vida; un docente tiene que tener la filosofía de aprender día a día, no podemos estancarnos con lo que “ya sabemos” sino estar al día de todo lo que sucede a nuestro alrededor. La sociedad es cambiante y nosotros tenemos que ser conscientes de ello para poder ofrecer una educación plena a nuestros alumnos.
-          Autonomía e iniciativa personal: con esta última competencia pretendemos ser los dueños de nuestra vida, dirigir proyectos y objetivos propuestos, cooperando al mismo tiempo con los demás.

De todas estas competencias, hay cuatro específicas que se refieren a materias, mientras que las otras cuatro son genéricas. Las específicas nos aportan los propios modos de sus disciplinas y por otro lado, las genéricas más referidas al ser personal, a lo que la sociedad pide que seamos. Estas ocho competencias se trabajan desde cada una de las áreas del currículo y a su vez cada competencia destaca una parte de cada área.

Después de haber hecho un repaso general de las competencias, vamos a trabajar la competencia en comunicación lingüística y todos sus ámbitos. 
COMPETENCIA EN COMUNICACIÓN LINGÜÍSTICA: abarca un conjunto de habilidades y destrezas que integran conocimiento, comprensión, análisis, síntesis, valoración y expresión de mensajes orales y escritos adecuados a diferentes intenciones comunicativas, para responder de forma apropiada a situaciones de diversa naturaleza en diferentes tipos de entorno. Esto es lo que se entiende por esta primera competencia, esencial para poder mantener una comunicación con el resto de individuos; como dicen más adelante, el lenguaje es “el vehículo esencial de intercambio de información y conocimiento”.
Según Pérez Esteve y Zayas, ésta es la competencia de las competencias, necesaria  para la adquisición de las demás. Escamilla añade el gran valor instrumental que nos aporta la competencia lingüística; favorece a muchos aspectos del ámbito personal, social, escolar…

Está establecido que toda persona al terminar la enseñanza obligatoria, debe manejar a la perfección la lengua oral y escrita, y como mínimo una lengua extranjera.
Marco Stiefel resalta el enfoque mayormente comunicativo que acompaña a la competencia lingüística.
Esto supone la utilización del lenguaje como herramienta de comprensión de la realidad, ser capaces de responder ante distintas situaciones comunicativas y expresar sentimientos, emociones, opiniones…
En cuanto a la lengua extranjera, poder desenvolvernos en distintos contextos y relacionarnos con las distintas sociedades.

Ser competentes en comunicación Lingüística implica, según Esteve y Zayas, el desarrollo de conocimientos, habilidades y estrategias relacionadas con la comprensión lectora, la composición de textos escritos y el uso de la lengua oral, saber hablar y escuchar. Además de esto, la capacidad de trasvase de conocimientos de unas lenguas a otras, para entender y convivir con los demás, en definitiva: UNA COMPETENCIA PLURILINGÜE Y PLURICULTURAL.

Esta forma de ver ahora la competencia lingüística modifica las ramas de la lengua más utilizadas, gramática y literatura.
La gramática se utiliza para potenciar y mejorar la eficacia y riqueza en el uso del idioma dominando su conocimiento, nos ayuda a resolver problemas comunicativos dándole creatividad, rigor y belleza a los mensajes. Puede decirse que es como una caja de herramientas para emprenderse en la aventura de la comunicación. Tenemos que llegar a ser buenos hablantes y escuchadores, son igual de importantes y nosotros debemos enseñar a hablar y escuchar.

La literatura nos permite escuchar y compartir todo aquello vivido por personajes que ya no están; sus vivencias, pensamientos, ideas…gracias a la literatura, debemos conectar con nuestra vida y con el tiempo en el que vivimos cada uno. Darnos cuenta de lo que conlleva el lenguaje literario, juegos, reflexión, belleza, etc. y por tanto sonsacar modelos de escritura que me sirvan para mis textos.

Los autores aquí nos hacen ver que ya no son los contenidos lo más importante del aprendizaje, sino lo que hacemos, lo que pensamos, sentimos…eso es ahora lo más importante. Actualmente damos prioridad a las actividades que nos proponen de manera práctica y no tanto a los miles de conceptos que queremos abarcar.

A la hora de presentar el currículum nos pasa lo mismo, todos queremos abarcar mucho en vez de centrarnos en  lo importante. Para ello nos exponen en el manual “los cinco infinitivos más importantes” y que pueden determinar nuestra vida. Estos son: ser, pensar, hacer, sentir, compartir; son muy exigentes, ya que nos obligan a que todos nuestros conocimientos y nuestra vida estén conectados entre sí.


2.       ÁMBITOS DE LA COMPETENCIA EN COMUNICACIÓN LINGÜÍSTICA

Antes de comenzar a trabajar los distintos ámbitos de esta relevante competencia, vamos a nombrar cada uno de ellos: competencia Lectora, competencia para Hablar y Escuchar, competencia en Composición de Textos y competencia Plurilingüe y Pluricultural.

La competencia Lectora se considera una habilidad, “una habilidad para comprender y utilizar formas lingüísticas requeridas por la sociedad y/o valoradas por el individuo. Los lectores de corta edad son capaces de construir significados a partir de una variedad de textos. Leen para aprender, para participar en comunidades lectores del ámbito escolar y de la vida cotidiana, y para disfrute personal”.
Pero por otro lado, la definición que aporta PISA es: “la capacidad de comprender, utilizar y analizar textos escritos para alcanzar los objetivos del lector, desarrollar sus conocimientos y posibilidades y participar en la sociedad”.
Estas dos definiciones nos ponen en situación de lo que implica la lectura en nosotros; como docentes, tenemos el papel de fomentar la lectura, hacer hincapié en su importancia y sobretodo, mostrar a los demás una actitud positiva y motivada hacia esta actividad concreta.

En el proceso de lectura intervienen tres elementos clave: el lector, que va construyendo significado a través de sus estrategias. El texto, que conlleva características lingüísticas y estructurales. Y por último, el contexto que favorece la lectura, pone en situación al lector y propone situaciones específicas, dependiendo del propósito que tenga el lector.
Inmersos en este proceso, el manual nos expone una serie de elementos que encontraremos en él.
Para empezar y muy destacados, los propósitos de lectura, es decir, el individuo que se sumerge en un proceso lector, puede tener propósitos personales, públicos, educativos, profesionales.
Por otro lado, las clases de texto, como pueden ser: narración, documentos oficiales, relatos, artículos periodísticos, instrucciones, etc. Para llegar a desarrollar la competencia lectora, es necesario que “toquemos” textos de muy distinta clase, siendo capaces de distinguir las características que conlleva cada uno de ellos.
El informe PISA introduce un tipo de textos conocidos como “hipertextos”, que son varios fragmentos que se encuentran vinculados entre sí, de tal forma que pueden leerse en el orden que cada uno de nosotros desee, llegando a la misma conclusión pero siguiendo rutas distintas.
Esta manera de trabajar el proceso de lectura se realiza a través de los “hipervínculos”, cada individuo decide un itinerario. Es una nueva forma de motivar a la lectura a través de Internet, dejando atrás la forma tradicional de lectura de textos lineales.
Es necesario que vayamos introduciendo nuevos métodos y sobretodo innovadores, para facilitar la inclusión de nuestros alumnos en el mundo de la lengua.

Para terminar, hablamos del lector, la parte importante del proceso. Está en sus manos el desarrollo de la competencia lectora, ya que dependerá del propósito que el lector se plantee: recoger información, reflexionar sobre un texto, desarrollar una comprensión sobre la lectura…

Después de conocer cuáles son los elementos que intervienen en el proceso de lectura, vamos a trabajar sobre los procesos cognitivos que, también, surgen durante dicha actividad.
El lector que pone en sus manos un texto, puede tener distintos objetivos. Uno de ellos es reconocer palabras escritas para construir proposiciones básicas; por otro lado, el individuo puede sacar ideas principales de dicho texto, bien para un trabajo, obtener información sobre un tema específico…; construir una representación del significado global del texto; identificar la estructura, de qué tipo de texto se trata; y por último, desarrollar un modelo mental o situacional, refiriéndonos al contexto.

Escamilla aporta su opinión acerca del desarrollo de competencia lectora. Este autor expone la importancia que tiene “trabajar con textos”, empezando por sacar ideas principales, realizando pequeños resúmenes, analizando el significado de elementos que lo componen, identificando géneros literarios o valores que pueda conllevar dicho texto, y sobre todo, que conozcan y sean capaces de utilizar y sacar juego de bibliotecas, hemerotecas, Internet, etc.

A medida que vamos tratando el tema y conociendo todos y cada uno de los ámbitos, vamos conociendo más sobre la competencia. A continuación vamos a destacar brevemente la aportación que han hecho varios autores al concepto “lectura”, y que pueden ser de gran ayuda para nosotros, los que nos dedicamos a educar.

. BERNABEU Y GOLDSTEIN: leer es escuchar, es un diálogo, es asomarse al mundo, es razonar…esto nos dicen estos dos autores sobre la lectura. Evidentemente queda claro que leyendo, aprendemos, y aprendemos no solo a escribir, sino que aprendemos a escuchar y lo más importante, aprendemos de la vida. Es algo esencial que todos deberíamos desarrollar para informarnos, aprender, disfrutar, opinar. El proceso de lecto-escritura, hoy en día, es una necesidad prioritaria para la sociedad.
. VICTOR MORENO: parecido a lo que nos describían Bernabeu y Goldstein, en este caso Moreno describe la lectura como “una ventana y un espejo”, es decir, la lectura nos permite “asomarnos” a cientos de conocimientos, informaciones, recursos, conceptos…que nos sirven para el día a día; al igual que puede servirnos de espejo, ya que nos muestra la realidad, la sociedad, información actual. En el proceso de lectura, afirma V. Moreno, que se dan estas cuatro operaciones: memorizar, interpretar, valorar y organizar.

. LOLO RICO: todos sabemos cuál es el primer libro que nos leímos, el que nos dejó huella y fue definitivo para que fuésemos o no, buenos lectores. Rico afirma que todos hemos tenido un profesor, amigo o familiar que nos ha recomendado un libro en concreto y nos ha hecho ver su interés por la lectura, sus ganas, su esfuerzo.

. M. FONS: considera que leer no es solo descodificar una serie de palabras, sino llegar a comprender un texto. Para saber cómo se comprende un texto debemos tener en cuenta una serie de ideas que nos aporta Isabel Solé.
“Leer es un proceso activo” afirma, y es que cuando el lector tiene un libro en sus manos, está interactuando con él, tratando de sacar su significado.
“Leer es conseguir un objetivo” es decir, siempre leemos con una finalidad, con un interés propuesto.
“Leer es un proceso de interacción entre quien lee y el texto” el lector utiliza todos sus conocimientos para relacionarlos con todo lo que está adquiriendo de la lectura; lo relaciona y amplía sus conocimientos, igual que los transforma.
“leer es implicarse en un proceso de predicción e inferencia continua” nos explican que cuando un individuo se emprende en la lectura de un texto, libro o documento, primero se plantea hipótesis que más tarde afirmará o refutará y a la vez, planteará nuevas hipótesis.

. MARINA Y VÁLGOMA: para ellos leer es “descifrar cualquier tipo de signo”; Por tanto para conocer la realidad debemos leerla.
Exponen que aprender a leer es la manera de conseguir la llave para entrar en un mundo nuevo. Debemos fomentar la lectura, que cada vez tenemos más al alcance de nuestras manos y aprovechamos menos…fomentarla desde el minuto cero, desde el comienzo, para que sea algo para toda la vida.
La sociedad de hoy en día ha vivido cambios, cambios grandes como la incorporación de los medios audiovisuales a nuestra vida cotidiana; los niños “nacen sabiendo” y quedan atrapados por la rapidez y la perfección de los medios, dejando atrás la tan lenta actividad de la lectura.

En el manual nos explican cómo podemos tratar el tema de la lectura, para hacerles ver a nuestros alumnos, tanto de primero de Primaria como de segundo de Infantil, lo importante que es la lectura. Para despertar el deseo en ellos, nos recitan seis “recetas mágicas”: contagiar a nuestros alumnos, nuestro entusiasmo; darles un buen ejemplo al que imitar, querer, admirar; premiar los comportamientos adecuados para que sean repetidos, que se sientan recompensados; fomentar los hábitos para llegar a los deseos; modificar las creencias sobre la lectura, eliminando prejuicios; y la última, allanar los caminos para que les sea más sencillo adentrarse en el nuevo mundo.
Por supuesto, todas estas recetas tienen que ir acompañadas de constancia, motivación, interés, etc.

. GARDNER Y MYERS: nosotros, los profesores, tenemos que tratar de evitar que los niños se estanquen y opten por dejar la lectura. A muchos les ocurre eso cuando se dan cuenta de que o tienen desarrolladas las aptitudes necesarias para descifrar y comprender un texto.
Estos dos autores aseguran que un buen lector es aquel que predice lo que sucederá, que sabe descifrar palabras, que reconoce distintas ramas de lectura, que es capaz de relatar lo que ha leído, sabe leer entre líneas, usando su imaginación…

. BELÉN GOPEGUI: afirma que ella ha “devorado libros”, que no es lo mismo que leerlos. Mucha gente lee libros para aislarse, otras muchas para estar en el mundo, dentro de él.
Leyendo aprendemos, nos damos cuenta de muchos “¿porqué?” y somos conscientes de nuestra realidad, de la que nos rodea.

La competencia para Hablar y Escuchar. Existen varios usos verbales que debemos distinguir, no es lo mismo una conversación casual que una conferencia. Éstas dependen de la distancia social entre el emisor y receptor, que la situación sea pública o privada, si es un tema general o especializado en un aspecto, etc. de esto dependerá que sea una conversación oral distinta de otra. Podemos distinguir un gran grupo, que son los monólogos o los diálogos. En el monólogo es el hablante el que lleva a cabo la actividad verbal, sin embargo en el diálogo son dos o más hablantes y dos o más oyentes a su vez.
Escuchar y hablar son términos muy distintos y que se desarrollan de distinta forma, de hecho, no van a la par. Requieren esfuerzos, recursos, estrategias diferentes. De aquí a que se haga la afirmación “los sordomudos son mudos por ser sordos”, claramente necesitamos trabajar y escuchar el lenguaje oral para poder expresarlo.

Algunos de los objetivos que tenemos nosotros como educadores a la hora de que nuestros alumnos desarrollen el lenguaje oral, son los siguientes:
- Que se expresen con libertad y seguridad, no podemos corregirles cada vez que tengan un error porque les cohibimos, tenemos que dejarles que se expresen, llevándoles por el camino más adecuado.
- Saber escuchar y respetar a los demás sin interrumpirles, dejándoles terminar la conversación. Cuando esto no se cumple, provocamos que algunas personas no aprendan a escuchar.
- Desarrollar ideas básicas para facilitar la comunicación.
- Adquirir un vocabulario adecuado que nos permita adentrarnos en diversas conversaciones y actividades comunicativas.
- Utilizar adecuadamente la sintaxis, con sus nexos, y estructuras básicas. Que aprendan la estructura correcta de los elementos que forman una frase.
- Pronunciar correctamente, expresándose de forma clara y precisa.
- Emplear un tono de voz correcto, una entonación y ritmo adaptada a cada frase o mensaje.
- Transmitir ideas, opiniones, conceptos con un orden lógico.
- Presentar una actitud positiva hacia el planteamiento de problemas en gran grupo con sus correspondientes soluciones.
Esto es un breve resumen de los objetivos que debemos plantearnos a la hora de enfrentarnos a un grupo de alumnos preparados para aprender.
Para que todo esto pueda llevarse a cabo lo más adecuadamente posible, es aconsejable practicar técnicas de expresión oral como conversación, discusión, coloquio, exposición, narración, recitación.

A la hora de evaluar el lenguaje oral debemos tener en cuenta: la comprensión, si es capaz de escuchar a los demás y si les comprende cuando le hablan con vocabulario adaptado a su edad. La expresión, teniendo en cuenta que vocabulario ha utilizado, la morfosintaxis, la pronunciación y entonación, la exposición, técnicas de expresión…

La competencia en Composición de Textos es “la capacidad para componer los textos escritos requeridos en los diversos ámbitos de la actividad social; es decir, para desarrollar y comunicar el conocimiento, para participar en la vida social y para satisfacer las necesidades personales”.
Es esta competencia la que describe la importancia de saber escribir diferentes textos para alcanzar objetivos de la sociedad.
Vigotsky aseguró que la escritura se enseña como habilidad motriz y no como actividad cultural compleja.
La composición de textos se desarrolla a través de subprocesos como: planificación, textualización y revisión, gracias a estos subprocesos podremos describir cuales son las competencias que se implican en la producción de un texto escrito. Todo alumno, persona, debe saber y ser consciente de estos tres subprocesos antes de ponerse a escribir un texto escrito. Además de ello debe conseguir una serie de destrezas que le ayudarán a alcanzar la correcta producción de textos a lo largo de su vida.
Es importante la utilización de la escritura para responder a situaciones de la vida cotidiana, saber formalizar documentos de distintos registros, emplear correctamente los signos de puntuación, de no ser así no se entiende el texto. Darle un estilo propio al texto, aplicando componentes formales y normativos de la lengua escrita, conocer el significado de las palabras consultando distintas fuentes. Planificar, organizar y secuenciar las ideas para escribir un texto, apoyar y enriquecer los textos con imágenes, gráficos…

A la hora de relacionar la lectura con la escritura, está claro que están interrelacionadas entre sí, por tanto no es necesario impartirlos por separado. Aún así los procesos y conocimientos que se ponen en marcha a la hora de leer y escribir no son los mismos. Po esto que a continuación se nos presente las diferencias que hay entre la escritura y el lenguaje escrito.
La escritura es la forma, la notación alfabética, los caracteres y las convenciones gráficas no alfabéticas; el lenguaje escrito es el instrumento que constituye la forma de discurso.

Por último, dentro de la competencia Lingüística, encontramos la competencia Plurilingüe y Pluricultural. Nuestra sociedad actual es multilingüe, por tanto para estar adaptados a ella debemos impartir además de la lengua materna, una lengua extranjera. Con la integración, también encontramos niños de países extranjeros que no dominan nuestra lengua, por tanto tienen una necesidad a la que debemos acudir.
Todos los alumnos tendrán que terminar la etapa escolar dominando igualmente la lengua oficial y una lengua extranjera, como enriquecimiento lingüístico y cultural.
Para que logremos una competencia Plurilingüe y Pluricultural es necesario que valoremos el conocimiento y uso de diversas lenguas y utilización eficaz y respetuosa de éstas, interiorizar la cultura del bilingüismo frente a la diglosia, teniendo respeto y gusto hacia las dos lenguas. Saber identificar los rasgos de las distintas culturas reflexionando sobre los modos de expresarse e interpretar el mundo de cada lengua. Que el uso de estas lenguas sea capaz de desarrollar una cultura de escucha, respeto y riqueza personal y social.


3.       ¿QUÉ CAMBIOS CONLLEVA PARA LAS AULAS Y LOS CENTROS?

Hemos hablado anteriormente de la importancia que supone el aprendizaje de una segunda lengua además de la oficial. Enseñar una lengua es enseñar a que sepan descifrar los mensajes, trabajar la imaginación, aprender a leerse…y todo esto debemos hacerlo nosotros, acercándonos a la lengua y conociendo sobre ella.
De todas las competencias, la de Aprender a Aprender y la competencia Lingüística son las dos centrales en el aprendizaje; gracias a ellas podemos comunicarnos, compartir ideas, opiniones, conocimientos, etc.
Como muy bien afirma en el manual, esta tarea la tenemos todos, y digo todos refiriéndome a los profesores de todas las materias, no solo de Lengua. Todos y cada uno de nosotros debemos encargarnos de desarrollar ambas competencias, que nuestros alumnos sean competentes lingüísticamente hablando.

Nosotros, los docentes, tenemos el lenguaje como instrumento principal, es a través de éste con el que enseñamos, aportamos conocimientos, manejamos la situación educativa, somos capaces de encontrar solución al problema, organizamos nuestra experiencia.

Dice: “Pasión y compromiso con la vida y con las personas”, este es uno de los rasgos del perfil personal de todo profesor. Es cierto, cada uno de nosotros nos volcamos en los alumnos que tenemos delante, somos los responsables de su educación junto con las familias.
Por otro lado, “Curiosidad y pensamiento crítico”, se entiende que tenemos que seguir aprendiendo, tener curiosidad por la vida, por lo que nos rodea, los cambios, ya sean positivos o negativos; no podemos pararnos en el tiempo, sino estar en contacto con el exterior para volcarlo en las aulas.
Y, “Coraje, estrategia y optimismo”. Todo profesor tiene que enfrentarse a los problemas del día a día, las complicaciones, saber cómo actuar y para qué. Y siempre, y lo más importante, mostrar una actitud positiva, motivadora, porque somos para nuestros alumnos un modelo a seguir, un modelo de imitación.

Además del perfil profesional de todo profesor, también tenemos que tener una serie de habilidades lingüísticas, entre ellas, ser buen hablante: saber cambiar el tono de voz y no tener una voz monótona, emplear un vocabulario extenso y rico, plantear cuestiones para que tengan que ser ellos los que investiguen, busquen, curioseen…
Que sea eficaz y un apasionado contador, que sea capaz de explicar a través de ejemplos claros lo que quiere transmitir, relacionándolo con la vida y la experiencia.  
Que sea buen escuchador al mismo tiempo que inquieto y desasosegante preguntador, lo que comentábamos antes, es importante que el profesor plantee cuestiones y que sean los alumnos los que deban trabajar sobre las cuestiones.
Un profesor es aquel que se presenta como lector apasionado, que tenga interés por leer, por conocer, por observar situaciones. Y por último que sea buen escritor, eficaz como mínimo, que sea comprensible, trabajando lo simbólico, lúdico y creativo.
En cuanto al grado de formación en la Lengua y su aprendizaje, destacan tres competencias a desarrollar: la Lingüística, la Gramatical y la Literaria, estas tres son las más destacadas por tanto imprescindibles para cualquier profesor, de cualquier materia, todos trabajamos sobre la Lengua.

¿Qué más cosas tienen que acompañar a todo profesor docente? Tiene que acompañar a sus alumnos en el aprendizaje, mediante la formulación de retos y presentando soluciones. Evaluando y orientando su formación para poder mejorar su práctica educativa diaria, que se cree sus propios materiales de aprendizaje para conseguir convertir el proceso de enseñanza en su proceso de aprendizaje. Dicen que de todo se aprende, y más en este ámbito, en el que profesor-alumno están en constante aprendizaje; no sólo los alumnos aprenden, nosotros también de cada uno de ellos.
Por último, resalta como importante, que el profesor tenga sentido de proyecto y de equipo, que se incluya en el proyecto, que lo haga suyo, que se sienta a gusto, motivado, exigido…durante toda su carrera.

Sin dejar atrás las competencias, podemos ver que la competencia Lingüística es tarea de todos, por tanto se establecen unos objetivos comunes, unas estrategias comunes y una evaluación en el claustro de profesores. Las competencias relacionadas con la Lengua son comunes a todas las áreas o materias.
Tras establecer estrategias comunes para todo el claustro de profesores, los docentes que se dedican a la Lengua tienen que plantear unos objetivos concretos de Lingüística, partiendo de materiales comunes, estableciendo pautas de mejora, hacer de los seminarios un espacio de formación y autoformación de la competencia Lingüística para compartirlo.
Como bien hablábamos el otro día en una de las sesiones, es contraproducente que los alumnos comiencen con la pasiva en lengua extranjera, si ni siquiera saben formularla en español, ni para qué sirve. Todo tiene que ir entrelazado.

Cada Equipo Educativo, cada proyecto, tiene unos modelos de aprendizaje que muestran su identidad y singularidad. Años atrás se le daba mucha importancia a la cantidad y calidad de contenidos para elegir uno u otro libro para desarrollar en el aula. Es cierto que debemos elegir contenidos adecuados, pero los alumnos no solo tienen que aprenderlos, sino saber cómo poder utilizarlos, para qué les sirven…ellos tienen que verse “capaces de” hacer, para ello tienen que conocer, utilizar, desarrollar, para llegar a conseguir un conocimiento pleno.

Claxton nos define un buen método de aprendizaje basado en la Resistencia, Reflexión y Recursos. Los alumnos, dice, tienen que hacer una inmersión, trabajar con imaginación, explotar sus habilidades inteligentes y manejar la intuición.
Lo plantea así dejando claro que en cualquier aprendizaje que llevemos a cabo, vamos a tener que ser capaces de responder a estas tres cuestiones: ¿Qué son las cosas?, ¿de dónde vienen y por qué? Y ¿para qué son necesarias o interesantes?
Hay que entrelazar la práctica con la teoría, junto con lo lúdico, creativo y ético. Cualquier docente que sepa como plantear un tema, introduciéndolo con práctica, no solo centrándose en lo teórico, será capaz de conseguir que la mayoría de sus alumnos capten lo que se quiere enseñar.

Viendo las opciones de metodología que nos presentan, está claro que el correcto es el Indiana Jones, tenemos que evitar un conocimiento estático, empleando la creatividad, utilizando nuestro instrumento, el conocimiento.

Es esencial que todo Equipo Educativo tenga bien claro qué objetivos persigue, de qué manera se va a conseguir y cuál es el papel de los docentes para ayudar a conseguir que los alumnos adquieran los objetivos lingüísticos establecidos. Las familias colaboran, observando la profesionalidad con la que cuentan los docentes del centro y la reflexión, ilusión y compromiso, volcados en el proyecto educativo.


4.       PROYECTO LINGÜÍSTICO DE CENTRO

Para terminar el manual, nos presentan una breve descripción de cómo debe realizarse el proyecto lingüístico en todo centro.
Actualmente se desarrolla la Didáctica de la Lengua y la Literatura en algunos países, en otros muchos aún no se considera un área de conocimiento. Esta nueva área trata a los alumnos, es decir, se encarga de que éstos lleven a cabo un proceso de adquisición, aprendizaje, desarrollo…el objetivo es que salgan siendo buenos hablantes y buenos lectores, que sepan hablar tanto como escuchar, que puedan emplear la lengua para comunicarse en ambientes diversos.
Los docentes a partir de los años 80 se plantean buscar nuevos materiales y nuevas formas de impartir para generar motivación en los alumnos a la hora de aprender; se le da mucha importancia a la Lingüística.
Hacia los 80 fue cuando se definió la disciplina de la Lingüística, referida a saberes, habilidades, competencias, metodologías…respecto al lenguaje. A partir de aquí es cuando el profesor pasa a ser educador de la lengua, dejando de sancionar todos los errores gramaticales que los alumnos cometían. Es obvio que en el mundo hay muchos tipos de profesores, cada uno con su metodología, materiales, forma de plantear las cosas, personalidad…pero es importante que no nos presentemos como unos “policías”, sino ponernos a su lado para darles confianza y atender a sus necesidades, para así conseguir que sean ellos los que despierten su interés por aprender.

Quiero destacar una frase que dice: “No puede compararse con otras didácticas porque la lengua no es una materia enseñable, sino que es el propio vehículo de comunicación que debe emplearse en su propia enseñanza”. Todos tenemos que manejar y utilizar adecuadamente la lengua para ser individuos plenamente desarrollados.
Como muy bien dice, para aprender a hablar tenemos que hablar, es decir, solo se puede aprender una actividad haciéndola y solo se puede aprender a usar un instrumento usándolo.
Respecto al desarrollo de una competencia Literaria, los alumnos tendrán que saber leerse un texto relacionándolo con otro, situarlo en la época, disfrutar con su estructura, etc.

No sabemos cuántas lenguas existen, ni podemos poner un límite para ello. No hablamos la misma lengua en todo el mundo, pero todas y cada una de ellas nos permiten comunicarnos.
Nuestra lengua, a diferencia de la animal, se caracteriza por su arbitrariedad, creatividad, especialización y la transmisión cultural.
Todo profesor que enseñe lengua, decía Lázaro Carreter, tiene que ser competente Lingüísticamente, saber hacer la lengua, además de manejar la teoría.

Por último, hablamos del proyecto Lingüístico de Centro, ya que la Lingüística es común a todos los aprendizajes, nosotros tenemos que aspirar al bilingüismo o incluso trilingüísmo; este es el proyecto que, dentro de Proyecto Curricular de centro, incluirá una serie de pasos y objetivos a desarrollar.
Lo primero de todo, la convocatoria de los profesores de cada área y ciclo; a continuación se realiza un DaFo Lingüístico, analizando puntos fuertes y todo aquello que pueda ser mejorado; establecer áreas de mejora es lo siguiente, centrándonos en las áreas más destacadas y significativas, teniendo en cuenta estrategias, metodologías, actividades…por último, se priorizan y consensuan los objetivos, estrategias y sistemas de evaluación comunes, consiguiendo que la competencia Lingüística sea objetivo de TODOS, de todo el equipo educativo.

Aquí termina el manual sobre Competencia Lingüística, un libro que ayuda a consolidar la idea de que es imprescindible en nuestras aulas, el desarrollo de una Competencia Lingüística que favorezca el uso del lenguaje para poder comunicarnos, relacionarnos…
Es un manual bastante asequible, ya que no es muy extenso y la mayoría de los contenidos vienen apoyados de ejemplos y situaciones de la realidad que nos rodea, de manera que todo se entiende mejor.
Queda claro después de esta lectura, que hay que parar el número tan elevado de fracasos escolares, que tenemos que “aprender a hacer”, para saber de qué manera presentar los contenidos para motivar y despertar el interés de los alumnos.

Metodologías y habilidades docentes


ESCUELAS INTELIGENTES: “METODOLOGÍAS Y HABILIDADES DOCENTES”
Lourdes Bazarra y Olga Casanova.
ArcixFormación, 2010

ENTREVISTA A PROFESOR CON EXPERIENCIA (ficticia)

P: Desde tu punto de vista ¿cómo se vive el hecho de ser profesor hoy en día?

R: Desde luego que la educación ha cambiado, y los jóvenes tienen posibilidad de cambiarla y mejorarla. Hoy en día los cambios van más rápido que nunca; se han ampliado los objetivos educativos, al igual que el número de alumnos en los centros. Estos alumnos, de distintas sociedades y culturas.
Además, la incorporación de las Nuevas Tecnologías en las aulas; los problemas y los cambios en las familias…
Todos estos factores de la sociedad del S.XXI afectan a la educación y a la escuela, porque los cambios se dan con rapidez, mientras que la educación y el papel de los profesores, apenas han sufrido modificaciones.

P: En el manual al que hacemos referencia, se nombra a algunos autores relevantes ¿Puedes comentarnos algo sobre ellos y su opinión?

R: En concreto en este manual aparecen algunos autores refiriéndose a la educación.
Según Vaillant y Marcelo, pasamos de una sociedad a otra; una sociedad en la que debemos manejar conocimientos y conseguir que los alumnos los dominen.
Nos estamos acercando a un modo de vida muy distinto al de la vida moderna, por lo que tenemos que adaptarnos como profesores, y conseguir adaptar a nuestros alumnos y a las familias.

Según Hargreaves, es una “paradoja” que los padres nos pidan una educación que ellos no son capaces de dar, cuantísimas veces hemos comprobado que las familias nos pretenden transmitir datos que no son reales; y por otro lado, que pretendan que todas las escuelas sean homogéneas.
Al colectivo docente, a nosotros, cada vez se nos exigen más habilidades, competencias y compromisos, sin recibir ellos a cambio una contraprestación.
Es imprescindible que dentro de este colectivo, haya un nivel de aprendizaje igual o mayor que el número de cambios que se dan en la sociedad que nos rodea.
El profesor ahora debe seguir un aprendizaje auto regulado, buscándose sus propias estrategias y recursos, cumpliendo sus metas y formándose por su propio camino.

Además de estos tres, Esteve opina que nos encontramos ante la tercera revolución Educativa, produciéndose un gran cambio educativo significativo.
Hay que saber que en esta profesión hay que educar desde el cambio y la incertidumbre, sin perder el equilibrio y la serenidad.


P: ¿Qué consideras importante a la hora de trabajar en el día a día del aula?

R: Hoy en día tenemos que ser capaces de inculcar en los alumnos cuatro aprendizajes: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos y aprender a ser.
Los profesores por nuestra parte debemos: saber del alumno, ampliar sus conocimientos, cuidar lo afectivo y social, facilitar su autonomía moral, desarrollar una educación multicultural, trabajar en equipo.

Los cambios en educación son lentos, se tarda en formar una generación.
El sistema educativo es la consecuencia de experiencias a lo largo de los tiempos, hábitos, carácter…el sistema es un gran organismo, dentro del cual hay millones de situaciones, formas…
Es en el aula donde experimentamos con cambios, ideas, triunfos…entre la dirección, las familias, alumnos, maestros, etc.
Para decidir que queremos enseñar, tenemos que tener un modelo de lo que pretendemos; la educación va en base a la sociedad, bien por el bienestar o para cambiarla.
Un profesor tiene que tener una cultura y habilidades para trabajar en una clase; una clase es una situación afectiva donde profesor y alumnos muestran expectativas, miedos, preocupaciones…hay que conseguir centros de enseñanza inteligentes, donde haya comunicación, interacción, apoyo, etc. entre todos los elementos del proceso enseñanza-aprendizaje.

Nuestra función, la de los educadores, es complementar a la familia con una educación que no es dada según Schacht, para que los profesores no se extingan; nosotros debemos demostrar lo imprescindibles que somos.
Los profesores debemos adelantarnos a las necesidades de nuestros alumnos y prepararles para un futuro.

P: En cuanto a la sociedad, ¿consideras que se os tiene respeto y se os valora?

R: Según Marchesi, a los profesores nos preocupa la violencia social, pero estamos satisfechos de nuestra profesión aún no siendo valorados por la sociedad.
Hay conflictos en los centros por las relaciones que hay entre padres e hijos, porque hacen lo que quieren sin contar con los demás.

Hay un dilema en educación entre lo que pide la sociedad y lo que piden los alumnos.
Un profesor puede juzgar al alumno a la vez que comprenderle y formar su personalidad, si nos ponemos de su lado conseguiremos más retos que si nos enfrentamos a ellos. La educación ha cambiado, ya no podemos apoyarnos en la educación de hace años, muchos años. De hecho ya no se tiene la misma imagen del profesor que se tenía antes, ahora se consiente el maltrato al profesor, ya sea psicológico o físico, cuando eso antes era impensable.

P: ¿Cómo transcurre la vida de un docente?

R: La historia profesional de un docente va ligada a su vida personal. Se dice que al comenzar se da una supervivencia y descubrimiento; al final, serenidad y amargura.
Se han estudiado seis grandes periodos en la vida del maestro: formación inicial, iniciación, estabilización, nuevas preocupaciones, alejamiento o responsabilidad y declive profesional.
El profesor va adquiriendo experiencia pero tiene que ir ajustándose a las novedades educativas, ya que vivimos en tiempos de cambio y siempre van a seguir surgiendo.
Hay algunos de los nuestros con actitud positiva que colaboran, innovan, buscan…y otros que se estancan.
La docencia es una de las profesiones más satisfactorias, pero también de las más conflictivas y con más desgaste emocional.

Existe una desconfianza en relaciones interpersonales hacia los profesionales docentes y estos viven una pérdida de identidad que conduce a la insatisfacción y malestar emocional.
Los docentes trabajan con relaciones interpersonales que no son voluntarias como con los amigos que tiene que ser una relación constructiva, en la que confianza, competencia, afecto y respeto mutuo, sean elementos constitutivos.
Todos tratamos de actuar en base a “profesores que tuve”; dicen que se nace siendo profesor, por otro lado opinan que para serlo, hay que aprender. Por tanto son necesarias tanto las condiciones naturales como una preparación específica.
Destacamos la paciencia, el saber escuchar, la madurez, el respeto, el optimismo, autocontrol, paciencia, saber comunicarnos, amor a la verdad, fortaleza…tan necesarios para “sobrevivir” al día a día.
Según el educador  belga, Kelchtermans, hay cinco componentes en el “yo” del maestro: autoimagen, autoestima, motivación, percepción de la tarea y perspectivas futuras.
Hay que tener cuidado al “coger el gusto” de manejar la clase, seducir a los alumnos fácilmente, ser el responsable de todo…

P: En base a todos los estilos de aprendizaje que se exponen en el manual, ¿con cuál te identificas más?

R: Hay muchos estilos de aprendizaje, cada autor refleja los más destacados por cada uno y cada profesor adopta el que más se ajuste a su forma de ser, sus creencias, sus capacidades…
Según Weber, los estilos de aprendizaje que podemos encontrar en el mundo educativo son: autoritario, democrático liberal, democrático, autogestionario, dejar hacer (laisez faire). Dentro de todos estos, me asemejo más al democrático, sin perder la idea de que nuestro papel consiste en guiar a nuestros alumnos y ser su apoyo durante su aprendizaje.

Recordando los vídeos que trabajamos en una sesión, pudimos comprobar cómo es posible que existan profesores docentes totalmente distintos. Por un lado, “la Sita” de Manolito, la cual no estaba motivada en su trabajo, se dirigía a sus alumnos negativamente, no se hacía respetar evitando poner límites y continuamente les amenazaba con notas. Sí que es verdad que mostraba ser muy paciente y seria en su lugar de trabajo, siendo consciente del momento en el que estaba y de las pocas ganas que ponía en su aula.
Tenemos que tener claro que nuestro estado de ánimo, nuestro estado psicológico, afecta positiva o negativamente a nuestros alumnos teniendo consecuencias y repercusiones en ellos. Ellos van recogiendo todo lo que nosotros sembramos.
Por otro lado, el profesor de la película “Cadena de favores” donde nos describen un profesor que no sabe plantearles a los alumnos las cosas, la realidad. Les plantea el curso escolar como algo “odioso” donde van a estar “aprisionados” bajo las órdenes adultas; utiliza material para alumnos más mayores y no es capaz de enfrentarse a la realidad. Al mismo tiempo les motiva, les hace partícipes en las clases, les demuestra que son capaces, confiando en ellos. Se hace respetar ante ellos y mantiene un orden en clase, siendo él buen comunicador. Tiene las ideas muy claras.
Y por último, una profesora de Infantil que está desanimada, es muy seria y muestra su resignación, añora otros tiempos por lo que le cuesta asumir el presente. También es realista y ve cómo ha cambiado la sociedad, se muestra segura siendo buena profesional, le importan sus alumnos.

Viendo estos vídeos, vemos reflejada la realidad educativa del momento.
Por otro lado, Marques habla de tipología de profesores, que pueden ser: excelentes, medios y mediocres.
Debemos ser conscientes de la existencia de profesores que no están a gusto con su trabajo, que no les motiva su profesión, que tienen problemas…problemas con sus alumnos, por no confiar en ellos y menospreciarles, con sus compañeros mostrándose egocéntrico, vago, nervioso, inmaduro; y por supuesto, con él mismo.

Sin embargo Mahíllo habla de cuatro tipos de profesores malos: el gasolinero, que considera que los alumnos son bidones que funciones solo rellenándoles de “información” en este caso; el jardinero, el cual se encarga de mantener el exterior muy bien cuidado para que por “ciencia infusa” sus alumnos adquieran conocimientos requeridos; el cuartelero, que no es capaz de distinguir la docencia con el cuartel y pretende todo a base de “palos”; el circense, que actúa siempre como el “gracioso” para ser más que profesor, el “colega” de sus alumnos.

P: ¿Cuál es la función del docente en los tiempos que corren?

R: Actualmente ser profesor no es solo transmitir conocimientos, hay muchas más cosas detrás de todo eso, como el diálogo, la estimulación del interés de cada alumno, las tecnologías, la orientación, la atención a la diversidad…
Educar es un arte. Es necesario evitar toda actitud negativa que solo conllevará malos resultados; ellos tienen que captar en nosotros una actitud positiva.
Se considera muy importante una continua formación por parte de los docentes, ser conscientes de lo que significa y supone la infancia y la adolescencia, tener curiosidad por la cultura, contar con una formación y visión global, no quedarnos atrás en educación, ya que la sociedad es cambiante; por supuesto una formación permanente, un compromiso y vocación…según Carbonell.
En el manual nos plantean ideas, hábitos y apoyos para llegar a ser un profesor con autoestima.

Escudero plantea que las competencias docentes son los valores, creencias, compromisos, conocimientos, capacidades y actitudes; todas estas son necesarias para garantizar una buena educación. En torno a la competencia se desarrolla todo lo exigido a los profesores. De ahí a que todo profesor tenga que manejar y “saber hacer” con cada una de las competencias del currículo, no solo nos centramos en la competencia de nuestra materia, sino en todas y cada una de ellas, para llegar a ser un individuo plenamente desarrollado.

Según Deyfrus hay cinco etapas hasta que se consolidan las habilidades: novato, principiante avanzado, competente, diestro y experto.
Es cierto que cualquier profesor, por muy bien formado que esté, necesita contacto con su realidad profesional, por ello que Deyfrus considere que, al comienzo, todos somos novatos hasta que vamos adquiriendo habilidades y vamos evolucionando en nuestra manera de trabajar dentro y fuera del aula.

Marchesi afirma la importancia de equilibrio entre técnicas y habilidades concretas; las competencias se van desarrollando a lo largo de la profesión. Según él, nuestra profesión es un “estilo de vida” donde incluimos compromiso y responsabilidad.
Autores como Perrenaud, Cano, Marchesi…plantean estilos de competencias docentes.
Perrenaud define competencia para redefinir la profesionalidad del docente; las competencias se clasifican en tres niveles: competencia académica, didáctica y organizativa; adquisición de conocimientos, desarrollo de habilidades en relación al rendimiento académico, desarrollo del auto concepto, investigación continua;  competencia cultural, pedagógica, tecnológica y personal.
Esta suele ser la clasificación por competencias, que como he mencionado anteriormente, todo profesor debe y tiene que mejorar para realizar correctamente su trabajo como educador.

P: ¿Qué aporta la ANECA a la educación y cómo nos favorece?

R: Según la ANECA hay competencias genéricas, que son competencias instrumentales, referidas a la capacidad de planificarse, poder comunicarse, conocer otras lenguas y la informática, etc.; personales, en cuanto a saber trabajar, trabajar en equipo, desarrollar habilidades para relacionarse; y sistemáticas, adaptándose al medio, a nuevas culturas y sociedades. Y específicas: saber estar, saber hacer y saber ser. 
Hoy en día, muchos son los centros que se proponen conseguir el sello de calidad a través de esta institución; dichos centros reciben a un auditor o auditora que se encargarán de comprobar el funcionamiento adecuado de dicho centro.

Cano, sin embargo, describe las competencias en siete puntos primordiales. La competencia de planificación y organización del propio trabajo, cada uno de nosotros somos responsables de organizarnos en nuestro trabajo, de ponernos metas dentro de los objetivos propuestos. La competencia de comunicación, bien con alumnos, compañeros, familias, personal del centro…competencia de trabajar en equipo, esencial, para que un trabajo funcione es necesario trabajar en equipo, relacionarse, comunicar propuestas, opiniones. La competencia de establecer relaciones interpersonales satisfactorias y resolver conflictos, competencia de utilizar nuevas tecnologías de información y comunicación. Competencia de disponer de un autoconcepto positivo, importantísimo, que todo profesor se ponga delante de sus alumnos con mentalidad positiva, actitud positiva, autoconcepto positivo, que es lo que ellos van a “recoger”.

Para acabar con este punto, es Marchesi el que nos muestra como ordena el las competencias a desarrollar por parte de los docentes. Se centra mucho en los alumnos, en sus necesidades, en conseguir que adquieran deseo por aprender, controlar las relaciones entre ellos, positivar su autonomía moral, tener en cuenta el multiculturalismo, tan presente en nuestras aulas hoy en día, poder cooperar con las familias y colaborar con sus compañeros; en definitiva, ayudar a los demás, favoreciendo nuestra vida profesional, aprendiendo cada día de unos y de otros, estando al día de la sociedad, los cambios, etc.

Hasta aquí estábamos centrados en la metodología, las habilidades, los materiales, los profesores en general. A partir de aquí ya nos centramos en el colegio y en todo lo que eso conlleva.

P: ¿Cuál es la primera impresión que recibes al empezar a desempeñar tu función como docente?

R: Cuando nos adentramos en un colegio, vemos profesores muy distintos entre ellos, cada uno con sus creencias sobre las personas, los alumnos, la realidad, el futuro, su profesión, y es ahí donde cada uno demuestra su personalidad, su manera de afrontar las cosas, sus metas.
Todo docente tiene una metodología, donde se encuentran sus “metas”, sus objetivos y su manera de presentar la vida, cada uno único e irrepetible. Cuando empiezas a trabajar vas dándote cuenta de esto, y vas tratando de coger ideas de cada uno, mejorando lo que tu consideras mejorable dentro de tu método.
A parte de la metodología que desarrolla cada profesor, cada uno de nosotros tenemos un portfolio donde recogemos nuestra historia y experiencia para tratar de mejorarla investigando.
Además de eso, la comunidad de aprendizaje, formada por el conjunto de profesores, los alumnos y los padres; tratamos de mejorar nuestra enseñanza, innovando, mejorándola.

Está claro según dice aquí que cada uno basa su metodología en su forma de pensar, sentir, sus objetivos, sus creencias, su autoestima. En este viaje que emprendemos con nuestros alumnos y padres tenemos claros nuestras metas, a donde queremos llegar y como; centrando nuestra confianza en la inteligencia y en la capacidad de aprender de las personas. Son ideas fundamentales dentro de nuestra metodología, es obvio que no es lo mismo dar una clase a niños de tercero de Primaria que a otros de primero de Infantil, cada uno tiene una inteligencia y unas capacidades determinadas diferentes entre sí.

P: ¿Consideras importante que la inteligencia esté presente en el equipo docente?

R: Desde mi punto de vista, es esencial que un profesor sea inteligente y sepa organizarla y sacar provecho de ella, siendo beneficioso también para el grupo de alumnos que acompaña. Afirman los autores del manual que “la inteligencia es una habilidad”, y ¿quiénes son los responsables? Nosotros, profesores, adultos, padres. Somos responsables porque ellos aprender a aprender con nosotros, somos su modelo a seguir, además de todos aquellos rasgos que tengan de por sí por su carácter.
La inteligencia es clave en nosotros, las personas, tiene que estar en continuo “movimiento” para moldearla, desarrollarla y no perderla.
El cerebro tiene varias funciones, la principal, buscar y recibir información, que luego analizará, etc. y responderá por medio de alguna de sus formas concretas. Se nos habla a continuación del equipo que forman el cerebro y que permiten que lleve a cabo desde funciones simples a las más complejas.
Para captar si un alumno trabaja la inteligencia podemos tomar como referentes, estos tres puntos que los autores nos facilitan: razonamiento, resolución eficaz y ética de problemas, conversión de experiencias en aprendizaje; “De la experiencia se aprende”.
En definitiva, hay que ser inteligentes, trabajar con la inteligencia, saber plantarle cara a los problemas de la vida cotidiana y saber plantear una solución “inteligente”, para no tener que actuar agresivamente, autoritariamente, con frustración, prejuicios…todo lo que nos lleva a caer en la rutina, perder motivación, etc.

Somos docentes, vamos a conseguir que todos nuestros alumnos adquieran los conocimientos necesarios para aprender a moldear su cerebro, manejar información adecuada, tratándola de forma inteligente.
Todo el aprendizaje que seamos capaces de adquirir se verá reflejado en la manera que optamos a la hora de enfrentarnos a problemas, los retos que nos planteamos, como continuamos “reformando” nuestro aprendizaje, autoevaluándonos.

P: ¿Te has planteado algún objetivo a corto o largo plazo en tu profesión?

R: Para adentrarnos en el mundo escolar, es de vital importancia estar seguros de porque aprendemos, para qué enseñamos, cuáles son nuestros objetivos…más que nada porque necesitamos asegurar este punto antes de ponernos a diseñar nuestra propia metodología. Todo profesor tiene claros uno objetivos con los que parte su vida profesional.
Uno de nuestros objetivos, fijándonos en el manual, podría ser el desarrollo de todas las inteligencias, con la ayuda de nuestros alumnos. Las conocidas inteligencias múltiples, tan útiles para cada uno de nosotros; conseguir desarrollarlas en nuestra aula es objetivo primordial de todos.

Más adelante, se plantea un tema del que ya he hablado en el otro manual, la importancia de saber formular buenas preguntas, de presentar situaciones-problema de la vida cotidiana para que sean los alumnos los que tengan que investigar, comparar, trabajar la inteligencia, plantear, etc. El momento de de aprendizaje, nos está enseñando a aprender, aunque no seamos conscientes de ello.
P: Respecto a la metodología, ¿puedes comentarnos algún tema de interés?

R: Ahora bien, tocamos el tema de la metodología, la cual debemos desarrollar de la mejor manera posible. No presentando de golpe los contenidos, pretendiendo que sean adquiridos de manera automática; hay que presentarlo de tal forma que el alumno sea un elemento activo que debe resolver la situación-problema.
¿Cuáles son las claves de una clase teórica? Aquí presentamos los contenidos, los cuales tienen que despertar el interés y motivación por parte de los alumnos, mientras nosotros nos encargamos de dar valor a lo que estamos explicando, exponer los contenidos conectándolos entre sí, con apoyos visuales y no verbales, y por último, conectar lo que hemos aprendido con nuestros conocimientos previos, para poder hablar de un aprendizaje significativo.
En el siguiente punto nos describen otra nueva modalidad de clase, el aprendizaje cooperativo, que se desarrolla en equipo. Los alumnos deberán investigar, sacar información, compartir opiniones, desarrollar habilidades comunicativas entre ellos; Mientras tanto nosotros, los profesores, tenemos que dejar claros los objetivos a perseguir, el tema concreto en el cuál centraremos toda nuestra atención, exponiendo la situación-problema adecuada, decidir estrategias y técnicas adecuadas, facilitar material, presentar un guión, unos criterios de
evaluación…hoy en día este tipo de aprendizaje se emplea mucho sobre todo con los últimos cursos escolares, en universidades, en escuelas de adultos.
Con todo esto, favorecemos en los alumnos una serie de aspectos como la motivación, que surge a medida que los contenidos son significativos; las ganas de aprender, el interés, el trabajo inteligente del que hablábamos antes.

P: Vivimos en tiempos de cambio, ¿qué aspectos crees que nos favorecen más?

R: La sociedad actual nos “obliga” a explotar todas las oportunidades que nos ofrecen; una de ellas es la red, que de recursos nos ofrece la tan amplia red. Elena Barberá nos ofrece una serie de finalidades que nos puede aportar el hecho de trabajar con la red, sacando información, completando la que ya tenemos, aprendiendo formas innovadoras de presentar los contenidos. Lo que antiguamente se trabajaba con lápiz y papel, pizarra, esquemas, dibujos…ahora lo tenemos todo colgado en la red, algunos centros hasta han empezado a prescindir de cuadernos, pizarras, etc. para empezar a trabajar mediante pizarras digitales, ordenadores portátiles, tabletas y un etcétera de medios tecnológicos que ahora han puesto a nuestro alcance y al de nuestros alumnos.

En nuestro caso, los profesores solemos trabajar sobre un Blog donde puedes colgar todos tus documentos, van ampliando datos, mejorándolos…y todo mediante la red para poder compartirlo con las personas que tú decidas.
Por parte del alumno, comentan, es importante que se auto regule, que desarrolle una auto crítica para conocer qué aprende, cómo lo hace y si lo ha hecho adecuadamente.

Para concluir este primer manual, destacamos lo que llamamos “Portfolio”, otro documento que nos sirve para seguir aprendiendo, mejorar nuestra metodología, poder ser auto críticos con nuestro trabajo, motivarnos día a día, enfrentarnos a la realidad que nos rodea, poder relatar todas y cada una de las experiencia vividas diariamente, sacar todo lo positivo de la profesión docente, que no es poco; opinan los autores, que debería ser algo que todos tendríamos que realizar en nuestra vida profesional para terminar ésta dejando una historia relatada para los que vengan detrás.
No dejando de aprender es, como vamos a enseñarnos a nosotros mismo a aprender, nunca vamos a saberlo todo, siempre nos quedará algo por conocer.

VALORACIÓN

Ahora que he terminado de leer este primer manual, sacando ideas importantes útiles para mi profesión, destacando puntos fuertes, y los débiles para evitarlos…he podido comprobar la complejidad que ésta tiene, las ganas que hay que poner para llegar a ser un buen profesional y sobre todo un individuo plenamente desarrollado. Me ha gustado leer este manual, consigue meterte a fondo en el mundo de los profesores y hacerte ver que es mucho más complejo de lo que parece “por fuera”, en algunos aspectos he cambiado opiniones, resuelto dudas y afianzado una serie de conocimientos. Muy útil para todos los docentes que, hoy en día con los tiempos que corren, estamos ejerciendo cada día en nuestro aula.
No solo nos plantamos ante unos alumnos para que aprendan, sino para educarles en todos los ámbitos posibles, para hacer de ellos unos ciudadanos cívicos concienciados con la realidad, para hacer cada día mejor nuestra forma de plantear los contenidos, mejorando nuestra metodología basada en nuestra forma de pensar, nuestras creencias, nuestros hábitos. Hay muchas cosas en las que trabajar continuamente, sin dejarnos influenciar por la rutina, el aburrimiento, el desinterés, no hay tiempo que perder, empecemos desde ya a seguir formándonos para llegar a dejar huella en todos y cada uno de nuestros alumnos.
Dejemos fuera todas las preocupaciones, los problemas, las dudas…somos su modelo a seguir, todo lo que hacemos, decimos y la manera en la que actuamos es analizada e imitada por ellos. Vamos a tratar de ser los mejores profesores que nunca hayan tenido.